Joyce Mansour
(Bowden, Inglaterra, 1928 – París, 1986)
Poetisa de origen egipcio que llamó la atención de André Breton desde “Cris”, su primera publicación (1953).
Participó activamente en la vida del grupo.
El 2 de diciembre de 1959 se realizó en su domicilio de París uno de los acontecimientos surrealistas más memorables : “La ejecución del testamento del marqués de Sade”, por Jean Benoit.
Tanto en sus poemas como en sus cuentos, la autora da rienda suelta a sus fantasmas obsesivos, relacionados todos ellos con el sexo y la muerte. A “Les gisants satisfaits” (1955), Breton los calificó de obra maestra de “humor negro”. Ilustraron sus obras numerosos artistas del movimiento surrealista (Lam, Matta, Svanberg, Camacho, Baj, Alechinsky).
(Bowden, Inglaterra, 1928 – París, 1986)
Poetisa de origen egipcio que llamó la atención de André Breton desde “Cris”, su primera publicación (1953).
Participó activamente en la vida del grupo.
El 2 de diciembre de 1959 se realizó en su domicilio de París uno de los acontecimientos surrealistas más memorables : “La ejecución del testamento del marqués de Sade”, por Jean Benoit.
Tanto en sus poemas como en sus cuentos, la autora da rienda suelta a sus fantasmas obsesivos, relacionados todos ellos con el sexo y la muerte. A “Les gisants satisfaits” (1955), Breton los calificó de obra maestra de “humor negro”. Ilustraron sus obras numerosos artistas del movimiento surrealista (Lam, Matta, Svanberg, Camacho, Baj, Alechinsky).
Philippe Audoin presenta a Joyce Mansour (1973)
Pero todas las miradas se dirigen a una joven viajera recién llegada de Egipto. Su belleza es sorprendente. Si observamos su perfil agudo, el pesado casco de sus cabellos negros, sus labios, sus párpados y sus cejas perfectamente delineadas, juraríamos que acaba de escapar del serrallo donde los escribas y los sacerdotes del sol cuidan a las princesas, hijas de Akenaton. Esta joven es uno de los grandes poetas acogidos por el movimiento surrealista. Sencilla, un poco reservada pero sonriente, con un ligero acento inglés de buen tono, daba a leer poemas de exaltada violencia en la entonación y la imagen. La provocación más salvaje, el ataque más perverso, el sentido de la desmesura carnal al rojo vivo, el frenesí del deseo amplificado hasta la pesadilla cósmica donde todo vuelve al caos, donde todo muere, araña, fornica y sangra, sería el contenido evidente de la poesía de Joyce Mansour, si todo ese tumulto no se basara en el incesante magisterio del amor cuyos inimitables acentos lo elevan, lo arrancan del contagio orgánico, lo ordenan y lo subliman.
Pero todas las miradas se dirigen a una joven viajera recién llegada de Egipto. Su belleza es sorprendente. Si observamos su perfil agudo, el pesado casco de sus cabellos negros, sus labios, sus párpados y sus cejas perfectamente delineadas, juraríamos que acaba de escapar del serrallo donde los escribas y los sacerdotes del sol cuidan a las princesas, hijas de Akenaton. Esta joven es uno de los grandes poetas acogidos por el movimiento surrealista. Sencilla, un poco reservada pero sonriente, con un ligero acento inglés de buen tono, daba a leer poemas de exaltada violencia en la entonación y la imagen. La provocación más salvaje, el ataque más perverso, el sentido de la desmesura carnal al rojo vivo, el frenesí del deseo amplificado hasta la pesadilla cósmica donde todo vuelve al caos, donde todo muere, araña, fornica y sangra, sería el contenido evidente de la poesía de Joyce Mansour, si todo ese tumulto no se basara en el incesante magisterio del amor cuyos inimitables acentos lo elevan, lo arrancan del contagio orgánico, lo ordenan y lo subliman.
Poema : "Quiero dormir contigo" Joyce Mansour (1955)
Quiero dormir contigo lado con lado
Nuestro cabello entrelazado
Nuestros sexos unidos
Con tu boca para una almohada.
Quiero dormir contigo espalda con espalda
Sin aliento para separarnos
Sin palabras para distraernos
Sin ojos para mentirnos
Desnudos.
Para dormir contigo pecho con pecho
Tensa y transpirando
Brillando con mil temblores
Consumida por la inercia extática loca
Tendida sobre tu sombra
Martillada por tu lengua
Para morir en los dientes nauseabundos de un conejo
Feliz.
Otro poema:
Nuestro cabello entrelazado
Nuestros sexos unidos
Con tu boca para una almohada.
Quiero dormir contigo espalda con espalda
Sin aliento para separarnos
Sin palabras para distraernos
Sin ojos para mentirnos
Desnudos.
Para dormir contigo pecho con pecho
Tensa y transpirando
Brillando con mil temblores
Consumida por la inercia extática loca
Tendida sobre tu sombra
Martillada por tu lengua
Para morir en los dientes nauseabundos de un conejo
Feliz.
Otro poema:
Las maquinaciones ciegas de tus manos
sobre mis senos estremecidos
Los movimientos lentos de tu lengua paralizada
En mis orejas patéticas
Mi belleza íntegra ahogada en tus ojos sin pupilas
La muerte en tu vientre que come mi sexo
Todo hace de mí una extraña doncella.
sobre mis senos estremecidos
Los movimientos lentos de tu lengua paralizada
En mis orejas patéticas
Mi belleza íntegra ahogada en tus ojos sin pupilas
La muerte en tu vientre que come mi sexo
Todo hace de mí una extraña doncella.
De la obra "Déchirures" (1954) :
Llegan la noche y tu éxtasis
Y mi cuerpo profundo ese pulpo sin pensamientos
Engulle tu sexo agitado
Durante su nacimiento.
M.T.L
M.T.L
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