lunes, 24 de agosto de 2009

Picnic : Pikunikku



Pikunikku :

Alguna vez escuché que para salir de un laberinto hay que intentar recorrerlo por arriba.
Bien, en este cuento nos encontramos con tres personajes que comparten un mismo laberinto que comienza cuando deciden explorar el mundo exterior, lejos del manicomio y por el muro saltar desde ahí hacia el siguiente para armar al concluir la caminata un picnic imaginario.
Todo lo que acontece está cargado de un ambiente ingenuo, parece un libro de muchos capítulos que sorprende constantemente, una aventura profunda, de fantasías no anticipadas.
Un rodaje que al instante de descender los créditos se sabe que deja huella y siempre se recordará.
Pikunikku (picnic) trata sobre las vidas de dos chicos y una chica en un manicomio que sin vueltas desencadena en amistad y complicidad entre ambos.
Cruzan el límite del manicomio con el mundo exterior por el simple hecho de la curiosidad, quién es la chica la que toma la iniciativa siendo la más osada y en algún punto líder del grupo.
Intensa será la libertad que estos quijotescos jóvenes irán experimentando con absoluta alegría e inocencia.
A lo mejor termine ganando la realidad de los personajes y no la fantasía, no se sabe, importa poco porque aunque llegue a la superficie el drama, la comedia o incluso hasta la tragedia también puede llegar a ser este género poético a veces.
Quiebra realmente ciertas escenas conmovedoras, de un director con ojos de niño, como cuando de chico el Mago de Oz hacía creer que la vida era así.
La música es alegre y nostálgica, un buen abrigo para este entrañable trío que apareció en el lugar menos pensado, igual que la hierba en el asfalto.

M.T.L